“Historias que inspiran” fue el nombre de la charla que la Subsecretaría de Deportes de la Municipalidad de Puerto Madryn llevó a cabo el sábado pasado en el hotel Pirén. Muchas emociones se vivieron entre historia e historia contadas por deportistas de nuestra ciudad. El intendente Ricardo Sastre celebró la iniciativa así como la participación de jóvenes y adultos que se sumaron al espacio tanto para narrar sus experiencias como para conocerlas y aprender de ellas. “Puerto Madryn se destaca por contar con un semillero importante de deportistas que nos representan con excelentes desempeños en numerosas instancias locales, pero también en competencias nacionales e internacionales. Es importante conocer sus vidas, sus esfuerzos, sus logros y sus sacrificios, ya que son verdaderos ejemplos para la comunidad. Siempre apoyamos a cada uno de los que dan sus primeros pasos en diferentes disciplinas y seguiremos apostando a eso porque son nuestro orgullo y nuestro futuro. Promover las actividades deportivas y recreativas, estimular la formación y trabajar por la contención de las generaciones más jóvenes siempre fueron ejes de nuestra gestión porque nuestro mayor objetivo es tener una ciudad sana”, enfatizó el Jefe Comunal.
Historias que inspiran se llevó a cabo en el salón de conferencias del hotel Pirén y la idea surgió de quienes trabajan en la Subsecretaría de Deportes de la Municipalidad. Por orden de aparición, los narradores que se posaron frente al auditorio, que fue acrecentándose durante la jornada, fueron Jorge Arrative, Lucas García, Facundo Cortajerena, Marcelo Richotti, Ramiro Tincoff, Julio Calvo, Hugo Wedertz y María Diogo, Lucas Villarreal, Silvia Rivitti y Lucas Villafañe. Las disertaciones versaron sobre atletismo, kitesurf, fútbol, rugby, tenis, torball, goalboll, boccias para PC y golf.
La idea de compartir y visibilizar historias a través de una jornada de reflexión es habitual dentro de la cartera de Deportes de la Comuna, ya que desde el inicio de la actual gestión se concretaron varias de características similares aunque sobre diferentes temáticas. Un ejemplo de ello es la capacitación sobre fútbol, que tuvo lugar en las instalaciones de la Escuela 728 el sábado 26 de septiembre. En tal oportunidad, el Intendente Ricardo Sastre entregó reconocimientos a personalidades destacadas en esa disciplina.
Dentro de las disertaciones hubo algunas que sintetizaron el trabajo de programas municipales como “Fútbol Noche”, charla a cargo del joven profesor de Educación Física Lucas García, quien contó: “Pasamos, en tres años, de encontrarnos con chicos que venían de los barrios en estado de inconsciencia a poder formar una selección surgida de este espacio que participa de un torneo de fútbol de salón en nuestra ciudad y un premio Fair Play ganado el año pasado”.
“Rugby: inclusión social” es otra de las propuestas de la Subsecretaría de Deportes, la cual puede desarrollarse gracias al férreo desempeño que realizan Facundo Cortajerena, ex jugador del Puerto Madryn Rugby Club y entrenador de las categorías formativas, y su equipo. Esta experiencia, que comenzó en el Parque de la Ciudad, donde se encuentra la Pista de Atletismo, ya suma 150 niños provenientes del centro y los barrios Presidente Perón y Pujol. “Un día lo abracé a Pablo y él, soltándome, se puso en guardia. Tranquilo, le dije, no voy a pelear con vos. A los diez días, era Pablo el que me abrazaba después de un entrenamiento”, narró Facundo, quien pese a su gesto adusto, se conmovió cuando, en las imágenes de un video de fondo, se mostraba a varios chicos sonriendo. Entonces, señaló: “Eso buscamos, ese es nuestro triunfo, esas sonrisas”.
Por su parte, Marcelo Richotti empezó su exposición mostrando a su nieto, quien juega en Guillermo Brown con el mismo número cinco que supo cobijarlo primero a él en Pacífico de Bahía Blanca. “Mi segunda casa, quedaba a media cuadra de la mía. No se cuál era la primera y cuál era la segunda porque estaba mucho más tiempo en el club”, reflexionó. Más tarde, portó ese mismo número en la selección de su ciudad y, posteriormente, en el combinado nacional de ese juego que le brota por todo su ser: el básquet. “Disfrutar el juego, el verdadero éxito en el deporte” fue el nombre de su ponencia durante la que relató apasionada y vertiginosamente su vida ligada a la naranja que, en sus comienzos, era “una pelota de fútbol, así empecé jugando al básquet”, recordó.
Contó además sobre su debut en el equipo de sus amores hasta cuando viajó a España junto a Hernán Montenegro, entre otros, para disputar un torneo juvenil: “Jamás pensé que, siendo de clase media con una mamá ama de casa y un papá carpintero, iba a poder viajar y conocer lugares como lo hice gracias al deporte. Eso es el éxito para mí, mucho más que ganar cualquier título o medalla que, al margen de calentón como soy, no me gusta perder, considero que el éxito es ese viaje a Ibiza o poder dirigir a mis hijos y ami yerno, quien me regaló dos hermosos nietos. Eso es el éxito”, recalcó.
Más tarde, Ramiro Tincoff relató: “Un amigo se rió cuando le dije que mi sueño era ser el número uno del tenis”. Con 36 años, carga en su mochila de recuerdos y anécdotas el haber sido entrenado por “Palito” Fidalgo, en River, quien preparó a Gabriela Sabatini. “De ahí en más saqué fuerzas siempre desde donde no las tenía”, destacó el madrynense que desde 2007 trabaja en el Puerto Madryn Tennis Club, donde trata de ayudar a quienes tienen el mismo sueño que tuvo él.
“El deporte después de Malvinas” se tituló la charla a cargo de Julio Calvo. “A mí la competencia me parece sana. Yo aprendí a competir mejorando mi técnica pegándole a la pelota contra la pared, a una mancha o apuntándole al palo del arco. Yo sólo”, comenzó. Al llegar al tema de Malvinas, se le enrojece la cara, el silencio se hace pesado y espontáneo surge el aplauso, uno de los tantos que se escuchó en la tarde.
Quince grados bajo cero dentro de un pozo. Mojado debía, como en el fútbol, como el fútbol le había enseñado, cuándo hacer la jugada pertinente: “Sabía que tenía que tener los pies caliente, entonces me guardaba una media adentro de la chaqueta y después me las cambiaba”, recordó Julio, quien en el horror de la guerra, vio morir a hermanos y sufrió la derrota más humillante: “Cuando sacaron nuestra bandera para poner la inglesa”. Cada palabra era una perla, cada gesto, cada mirada se transformaba en un tesoro: “En la guerra, me di cuenta que lo importante es el olor de tu casa, el patio, el olor a sopa y a tuco, tu perro. En Malvinas, me di cuenta de todas esas cosas que son las más importantes y, cuando volví, el deporte me salvo, a diferencia de a otros veteranos, que no supieron qué hacer con su vida”, explicó.
Hugo Wederz, santafesino afincado hace varios años en Puerto Madryn, y María Diogo, la mejor velocista argentina y la décima de la historia en su categoría, juntos decidieron ir “Corriendo los sueños” cuando ella, dueña de un metro cincuenta y pico, le dijo un día que quería ser la mejor. “Para mí ser una buena persona y un buen deportista van de la mano. Hay que formar buenas personas”, afirmó Hugo mientras miraba a María con amor. Luego, sostuvo: “Ella es la prueba de que se es una gran deportista y una gran persona”.
Lucas Villarreal habla en primera persona. Se trata del golf. “En todos los clubes en donde trabajo me peleo porque haya un lugar para quienes, como me paso a mí, siendo personas con menos recursos económicos, podamos aprender a jugar a este deporte maravilloso que me cambió la vida”.
También le tocó hablar al joven Lucas Villafañe, quien ha hecho del kitesurf su medio de vida.
Posteriormente, fue el turno de Silvia Rivitti, que narra su experiencia al frente del deporte accesible y resalta la idea de que son “atletas especiales. No pienso en la discapacidad o en las capacidades diferentes. Detrás de cada uno de ellos hay familias especiales”, observó. Así, orgullosa de sus alumnos, que juegan hacen atletismo o juegan al futbol y a las bochas, afirmó: “El deporte es la mejor excusa para salir a enfrentar la vida”.
“Vine de Río Negro para tener un futuro mejor. Me fui a operar de la vesícula y me desperté después de estar en coma. Tenía mucha bronca y vergüenza”, comentó Fanny Huenchul señalando cada letra de su tablita especialmente diseñada para poder hacerse entender como si para hacerse entender fuese necesario hablar. Seguidamente, se refirió a Silvia: “Desde que te conocí me cambió la vida”. Silvia llora, los que están cerca de ellas lloran, los profes lloran, los pibes lloran, los grandes lloran. Alguien se pone de pie. Otro lo imita. Uno más y otro. Todos se paran. Y aplauden con las fuerzas que quedan porque la tarde del sábado se va entre emoción y emoción.
Invalid Displayed Gallery